lunes, 31 de octubre de 2011

Casi noviembre.

Me tienes agarrada por los huesos,
por debajo
de la piel agrietada.
Estás tirando de cada cuerda,
me haces girar
y no entiendes porque me mareo así
¿será por tus besos?
y no.
Me has envenenado el agua
y la sed,
me has llenado de luz
y yo era tinieblas,
me tiemblan los versos
de pensarte,
de no querer encerrarte
entre esta cavidad de rojo
y a veces también azul.
Estás haciendo que amor suene
y no desafina
pero me clava los agudos
en cada movimiento
y disfruto de tus curas.
Tiras de mi carne
me haces inmune,
me haces caer, caer de nuevo.

Me haces insufriblemente repetitiva y melancólica patológica, pero continúa.


martes, 11 de octubre de 2011

Supongo que a ti, quién si no.

Me abrasas en la memoria
como una cerilla rascando mi auto-control
te anuncias y no pides permiso,
vas y vienes en reivindicación de libertad.
Pero vienes y es seguro que estás
para seguir sacando brillo a mi seguridad.
Vienes y sé que no hay paso atrás
aunque a las ideas le crezcan patas
y a mi se me dé por pensar
alumbras la cordura hurgando en los trasfondos
de la metástasis traidora,
que ahoga y sabe mutar.
Desaparece porque te posas
de alas en mis lagunas y
traes (cuando vienes)
atisbos de iniciación y despertar.