viernes, 18 de enero de 2013

La petite mort - Eduardo Galeano


No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.



miércoles, 9 de enero de 2013

Otra canción triste.

Ha pasado el año. He pensado mucho y he salido poco. Me he regalado tiempo, demasiado tiempo para pensar. Y mientras las navidades pasaban, para mí pasaba otro año. He envejecido un año en dos semanas; pero sigo llorando con la cara tapada. Ha habido cosas que me parecieron ridículas y al segundo fundamentales. He retenido al caos bajo altas dosis de ficción y la mente en suspensión. Te he odiado y te he querido irremediablemente, cada día. He censurado mis canciones favoritas para no escucharte y he lamentado haber cedido tanto espacio de mí para hacer sitio a tu rock, a tus películas y toda tu sabiduría de pasillo de instituto. Pretendiendo no hacer lo de siempre, he acabado haciendo exactamente lo mismo: balance. Y ya no entiendo de números desde que no estás y he perdido el rumbo  contando cada vez que te vi dormir y el mundo se concentraba en la paz de tu frente.

Pasará otro año y espero no tener que hacer el esfuerzo de no quererte, espero no seguir muriendo cuando no quedan luces y escucho puntear la guitarra. Mi propósito no es olvidarte, te has encargado de que no exista esa opción, mi propósito es poder hacer las paces con lo que ya no será.

Feliz año.


Me gustaría excusarme por la tristeza de lo que digo, pero no sé escribir cosas alegres aún.