martes, 15 de abril de 2014


Hai pocos adioses que suenen a "hasta luego"
pero este es uno.
No me gustan las despedidas, como a la mayoría, pero realmente me vuelvo de piedra cuando tengo que decir una frase lapidaria que lo resuma todo y nos deje con la sensación de haber hecho las cosas bien. Prefiero la distancia cuando no hay palabras que llenen el vacío en nuestras bocas.

Llegan momentos de decisiones y, en ocasiones, es preferible guiarse por el estímulo inicial; esa suerte de cosquilleo, como quién tiene algo maravilloso pendiente y no consigue recordar qué es, pero la ilusión no desiste. Pues yo, he seguido el impulso de darme a la luz y descubrir eso que llevo dentro, o que me lleva a mí; ya sabéis que las proporciones y los cálculos matemáticos se me escapan.
He creado otro blog con mi verdadera identidad (suena muy a superheroína y me gusta) para dejar de sentir que no puedo mostrar lo que siento al resto de la gente que me conoce, o para dejar de autoengañarme al pensar que solo escribo sobre tonterías superfluas que nadie entendería.

http://estesilenciohablaensusurros.blogspot.com.es/

He querido dejar atrás el estilo diario que tenía este blog en sus inicios, pero no puedo plantearme cerrarlo porque nunca se sabe cuando te romperán el corazón de nuevo y necesitarás soltarlo todo y, sobre todo, y siendo más optimista, porque sé que hay husmeadores por ahí que me  han llenado de ilusión con sus visitas y comentarios que sé que volveré a releer. Muchas gracias por todo este tiempo. Hasta muy muy muy pronto.
P.D. No soy la persona más constante en mis decisiones, así que no os fieis demasiado de esta araña.

“Hay momentos en los que la vida exige un cambio. Una transición, como las estaciones..."

lunes, 31 de marzo de 2014

Disección de la pasión ocular


Me gustan las miradas:
Las miradas que gritan. Las miradas que lo dicen todo cuando no deberían decir nada. Las miradas furtivas. Las miradas detrás de sonrisas. Miradas a través de las lunas de los coches que pasan. Miradas apuradas por espejos retrovisores. Miradas que no saben que son vistas y son, por eso, aún mejores. Miradas amparadas tras unas gafas. Las miradas dulces que te pescan con anzuelo mientras pasas. Miradas inocentes y confiadas...

Me gustan las miradas con hambre: 
Hambre de mirarse en otra mirada. Hambre de leerse línea a línea. Hambre de comerse con las manos. Hambre de "ven aquí". Hambre de "no te conozco pero te conozco bien". Hambre de "no te libras de esta"...
El hambre insaciable como respuesta a estar siendo devorado por otra mirada.


martes, 25 de marzo de 2014

Hay un cielo ahí fuera que atenta contra mi soledad


Mira que es fácil escribir:
juntas palabras, les das forma; imágenes de la cabeza al folio...
Pero lo verdaderamente complicado es ponerles alma, acuchillarla en cada punto; dejarte morir un poco, volverte reversible, mostrar todo lo rojo, lo visceral.
Y aquí,
hay alma suficiente para llenar hojas y poner a bailar a ojos expertos en resolver casos imposibles.
Porque, es fácil ser oscura con las sombras que te habitan, los ecos de los huecos que han ocupado tu pecho y te rasgan un poco con las vibraciones de sus despedidas.
Es fácil que no entiendan esta oscuridad en eso que no se dice pero se lee...
Pero puede que alguien sepa descifrarlo y acallarlo.
Encender la lamparita de la mesilla de mis noches.
Dejarme vacía de toda esta basura acumulada.
Llenarme de fuegos artificiales de colores que rebotan en todo el cuerpo los días de fiesta junto al mar; al que van a morir cuando, satisfecha la gana, les dices adiós para mirar los ojos de la noche.
Solo entonces sabes,
si el dueño de las estrellas te devuelve la mirada,
que es posible encontrarse entre el estruendo.

Y besas todas las palabras no dichas,
para que no se vayan de su boca;
acoges en tu pelo el viento que agita sus ramas
y enredas tus piernas entre sus raíces consteladas.


lunes, 24 de marzo de 2014

Señales de humo que gritan tantas cosas...

Esta araña teje despacio
pero se ha ido haciendo con bufandas para atrapar el calor;
teje siempre hacia delante
soñando con Penélopes, Ulises e Ítacas
desde un hueco en la pared
que no deja ver la llegada de barcos
a tierra.

De manos ágiles y nerviosas
crea puntos imposibles
para perderse
y encontrarse con ella;
no lo dice,
pero pone nombre a la esperanza
y libertad a la soga.

Esta araña acostumbra
a tropezarse consigo misma
a la mínima duda
y no encuentra palabras
cuando le ponen espejos,
reflejos de una realidad
que se va en barcos,
a lo lejos,
al nunca...

miércoles, 19 de marzo de 2014

Falta de valentía.


La hipótesis,
con pulso acelerado,
por 
saberse
exclamación,
se precipita por su boca
para caer al abismo
donde residen
todos los pasos adelante
que
nunca
caminó.

En el aire
queda suspendida,
limbo
de los alientos
no compartidos,
la promesa
indecisa
de un salto al vacío
sin protección.


Me gustan los minutos libres en mañanas al sol
para que mis ideas cojan moreno de albañil

jueves, 13 de marzo de 2014

Somos fuertes porque fuimos débiles


Como si abriera las compuertas y se dejara derramar le confesó que, a veces, sentía que se le desplegaban las alas y se asustaba de la gente que pasaba tan cerca y tan rápido.
Ellos no podían verlas ni percibir como, al tocarlas, la dejaban sin capacidad de volar; por eso continuaban pasando indolentes, veloces, sin dejar evidencias de sus daños.

lunes, 3 de febrero de 2014

Carta de AMOR incompleta

Creo que nunca lo había dicho pero desde hace ya más de año soy prácticamente monolingüe en gallego pero a pesar de mis esfuerzos me identifico más escribiendo en castellano porque me nace institntivamente pero bueno, eso no tiene gran relevancia más allá de que este texto sí está en gallego. Esta carta incompleta la comencé a escribir un día como hoy con la noche de escenario y los dedos corriendo entre las minas de los recuerdos. En un principio iba a presentarla a un concurso pero, finalmente, no encontré el valor; con el día todo es más convencionalmente aburrido, prefiero el refugio de la noche cuando se trata de sentimientos. 

Amor, gústame chamarte polo nome polo que te coñecín, non sei se te lembrarás de min naqueles primeiros instantes definitorios. Eramos novos de máis. Creo que foi unha tarde, si, unha tarde entre amigos na que o vin e souben que estabas alí, entre os dous.
Antes dese momento eu cría que xa nos acompañabas, que eras ti quen facía cóxegas no meu peito cando me collía pola man ou me buscaba na distancia. Nomeabámoste, por aquel entón, de forma natural e sen necesidade de excusa algunha. Nomeabámoste en diminutivos e aumentativos, por escrito, abreviado e cos beizos cheos de delicia: amor.
Pero tes que saber que cando menos te nomeamos foi cando realmente estabas aí. As palabras volvéranse pouca cousa para o grande que eras. O tempo pasou, sempre pasa. Non sei se el foi quen de advertilo, pero eu acollinte con convicción maternal. Xoguei contigo entre os dedos sen deixar de pensar que eras todo. Un mundo de espectativas en campo aberto eras. Ti, a xustificación, o refuxio aos vendabais que pasaron e pasarían.
Dalgunha forma os tres rematamos no ollo do furacán; inexpertos, inocentes, rodeados polo silencio de todo o que xa non pode ser dito. Esgotados de dar voltas, sorteando o tedio da rutina, deixamos de loitar para mecernos nesta calma falsa e chea de baleiros. Perdín a noción do tempo e o dominio sobre a situación. As palabras, fillas resentidas do abandono, tentaron afogarme mentre gatuñaba a cegas para saír dese oco silencioso.

 Odieite durante un tempo. Estabas omnipresente día tras día. Ti eras o sal na ferida aberta que caía e caía, e caía...

Buenas noches. Boas noites.

viernes, 17 de enero de 2014

Un telegrama que quería ser crónica.

Vacaciones, ya tocaba. Vacaciones cortas para oír más tarde el despertador. Despertares con lluvia. Despertares sin prisa por salir al frío. Desayuno en compañía. Charla intrascendente. Dejar a la gata que suba y ronronee. Jugar con la perra. Perseguirla en zapatillas por toda la casa. Quedarme en pijama. Encender la chimenea. Hacer reír a papá. Bailar con mamá. Pensar que siempre recordarás esto. Hacer playbacks de Ricardo Arjona con sentimiento. Despertar a mi hermano. Dejar a la perra para asegurarme de que despierte. Cantarle a mamá su canción. Pensar que nunca podrás olvidarte de que es suya. La gata me araña. La gata busca mi mano. La dejo con el gato, al sol. Otro tronco a la chimenea. Ya hace calor. Cambio todo de sitio. Ordeno, limpio. Polvo. Libros. Cuántas mariposas por todo. Recuerdos. Cambio de canción. Tantas cosas en tan poco espacio. Una corchera abarrotada de pasado. Cambio de canción. Se escucha hip-hop de fondo. Mi hermano. Pared con pared...

Miro la televisión. A veces solo la veo. La ruta del cine. La ruta de la realidad. Política. Corrupción. Mentira. Me indigno. Me siento impotente. Con mis padres. Tratamos de entender. Nos quedamos serios. No lo decimos, no. Pensamos en el trabajo. No hay trabajo. Nunca es ahora esperando llamadas. Y miramos la televisión. Mentiras y verdades. Victimas e inocentes. Culpables y corruptos. Quiero escribirlo. Quiero escribir todo eso. Me siento impotente. Me siento ignorante. Para ellos mejor. Mejor así. Terror aliñado con morfina...

Antes de dormir. Piruetas en mi cabeza. Recuerdos. Sigue lloviendo. Mantas pesadas. Ordenador en las rodillas. Calma. Ruido de teclas y gotas. Borrón del día. Vacío en mi cama. Todos duermen. Pienso en este chico. Pienso en aquellos chicos. No veré fotos. Quiero nuevas. Quiero conocerle. De ojo a objetivo. De pantalla a memoria. Quiero hablarle de cine y poesía. Olvidar la catastrófica realidad. Unos segundos. Con los ojos cerrados. Mirando así. Mirándolo, todo.



lunes, 6 de enero de 2014

Mi tsunami emocional.

Te veo después de unos meses
y mi corazón se dispara,
me golpea con violencia,
enjaulado,
como si quisiera salir,
liberarse.
Parece que esos latidos
me encadenan al suelo
y movimientos sísmicos
invisibles
me hacen quebrar las rodillas.
Pero tranquilo,
no sabrás nada
sonreiré y hablaré;
simularé indiferencia
mientras trato de no caer
en la tentación de dejar salir
a mi corazón
que te golpee en la cara
y haga trizas todo este autocontrol.
Pero no, tranquilo,
quédate con tu paz
te la regalo toda,
fue tuya siempre
no fallo a mis promesas.
...
Me bastan 5 minutos
y ya no me tiemblan las piernas
ni el corazón
ni la rabia,
creo que ha sido un paso de gigante,
sí sí
bien hecho,
ha sido un año provechoso.


Por cierto, estoy elaborando una presentación oral para una asignatura sobre mi visión de la poesía en la actualidad, centrándome en el entorno de Internet: bloggers, vídeo-poemas, recitado etc. y estoy disfrutando como una enana, creo que 20 minutos se me va a hacer muy poco.

Buenas noches desde un pueblo con mar,
en una casa rodeada de árboles
que esperan silenciosos la embestida de la tormenta.

Me & Mrs. Jones - Billy Paul

viernes, 3 de enero de 2014

Mi vida hoy

Extraño leer por placer y con ganas, engancharme como una garrapata a las páginas, estrujarlas y sacarles todo el jugo posible hasta quedarme con esa maravillosa sensación; esa sensación indescriptible que deja un buen libro cuando te remueve por dentro, cuando lo acabas y te sientes lleno y vacío a la vez. 
Que no me hablen más de lecturas obligatorias, de clásicos de la literatura gallega ni de ensayos escritos con mala saña para perderse entre su multitud de oraciones subordinadas, construcciones coordinadas y otras artimañas.

Estos días estudio, o veo películas o algún capítulo de Mad Men.
Mi vida se reduce a ese paseo incesante entre la biblioteca y mi casa. Vivo en la agonía de leer por obligación rodeada de libros que leería por placer; me desquito viendo películas o, mejor dicho, buscando opciones que se me acumulan. Ya casi no saco fotos ni voy a la playa en bicicleta los sábados por la mañana.
Extraño el calor en las mejillas y el frío gélido en las manos mientras bajo cuestas con la mochila a la espalda; sabiendo que cuanto antes llegue, antes podré disfrutar de la tranquilidad inconfundible del sonido del mar bravo de invierno. O ir con la perra a correr por la arena hasta caer agotadas y ponerme a leer mientras duerme a mis pies.
También extraño, aunque no me está permitido, los sábados noche de películas bajo la manta y el debate posterior que la trama siempre provocaba, regalar lunas llenas y madrugar sabiendo que esperaba la cama.




Yo, en cambio, no he sabido ir a favor del viento

que muerde las esquinas de esta ciudad impía"



Como siempre, pretendo no hablar de mí pero quienquiera que sea el que lee esto hace su función de psicólogo a la perfección. Ahora agradecería que si alguien está ahí se manifieste y me ayude a aumentar mi lista de cosas pendientes con recomendaciones literarias, cinéfilas y musicales de todo tipo.






Fotos de la última vez que la bicicleta me llevó al mar