miércoles, 31 de agosto de 2011

Que ha llovido y está mojado.

De pronto el frío entra y nuestros sueños de verano se van desmaterializando. Ahora toca pensar en lo que vendrá, de nuevo la vida organizada sujeta a horarios, de nuevo sentir que haces justo lo que debes hacer. No es tan malo, no, pero de nuevo los cambios van de la mano de un miedo incontenible a la variación de nuestros planes. Espero contar con mis paseos favoritos, adornados con bufandas kilométricas, y alguna que otra sonrisa que caldee mis fríos suspiros. Te espero a ti también, para que mentir, al calor de alguna manta o acompañado de un chocolate recordando lo que ha sido este verano.

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa
sin embargo todavía dudo
de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque no siempre he entendido
mis culpa y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía. 

Mario Benedetti (Todavía)

1 comentario:

  1. Lo bueno de los veranos es que siempre vuelven, así que no viene mal enámorarse de él.

    Un placer pasar.

    Salud.

    ResponderEliminar