lunes, 3 de febrero de 2014

Carta de AMOR incompleta

Creo que nunca lo había dicho pero desde hace ya más de año soy prácticamente monolingüe en gallego pero a pesar de mis esfuerzos me identifico más escribiendo en castellano porque me nace institntivamente pero bueno, eso no tiene gran relevancia más allá de que este texto sí está en gallego. Esta carta incompleta la comencé a escribir un día como hoy con la noche de escenario y los dedos corriendo entre las minas de los recuerdos. En un principio iba a presentarla a un concurso pero, finalmente, no encontré el valor; con el día todo es más convencionalmente aburrido, prefiero el refugio de la noche cuando se trata de sentimientos. 

Amor, gústame chamarte polo nome polo que te coñecín, non sei se te lembrarás de min naqueles primeiros instantes definitorios. Eramos novos de máis. Creo que foi unha tarde, si, unha tarde entre amigos na que o vin e souben que estabas alí, entre os dous.
Antes dese momento eu cría que xa nos acompañabas, que eras ti quen facía cóxegas no meu peito cando me collía pola man ou me buscaba na distancia. Nomeabámoste, por aquel entón, de forma natural e sen necesidade de excusa algunha. Nomeabámoste en diminutivos e aumentativos, por escrito, abreviado e cos beizos cheos de delicia: amor.
Pero tes que saber que cando menos te nomeamos foi cando realmente estabas aí. As palabras volvéranse pouca cousa para o grande que eras. O tempo pasou, sempre pasa. Non sei se el foi quen de advertilo, pero eu acollinte con convicción maternal. Xoguei contigo entre os dedos sen deixar de pensar que eras todo. Un mundo de espectativas en campo aberto eras. Ti, a xustificación, o refuxio aos vendabais que pasaron e pasarían.
Dalgunha forma os tres rematamos no ollo do furacán; inexpertos, inocentes, rodeados polo silencio de todo o que xa non pode ser dito. Esgotados de dar voltas, sorteando o tedio da rutina, deixamos de loitar para mecernos nesta calma falsa e chea de baleiros. Perdín a noción do tempo e o dominio sobre a situación. As palabras, fillas resentidas do abandono, tentaron afogarme mentre gatuñaba a cegas para saír dese oco silencioso.

 Odieite durante un tempo. Estabas omnipresente día tras día. Ti eras o sal na ferida aberta que caía e caía, e caía...

Buenas noches. Boas noites.

3 comentarios:

  1. Y yo me alegro de que gustes de leerme querida Sou :)
    Sin duda es un momento dulce, sólo espero que dure lo máximo posible. Ahora es cuando empiezo a sentir que me salgo de una novela lineal y empiezo a marcar mi destino. Aunque es difícil decidirse, algunos como un tal Jobs dicen que no te lo puedes pensar mucho y dejar fluír el momento.
    Y muchas gracias por los ánimos! Siempre he dudado de mi mismo pero también últimamente me doy cuenta de que también debo confiar no sólo en mi mismo sino en los demás.

    Siempre un placer ver que los dos seguimos respirando y en contacto :)
    Un biquiño grande para ti también!

    ResponderEliminar
  2. PD: me olvidé de comentarlo ayer, pero me ha gustado mucho esa obra incompleta (y llena de tristeza). Pero no creo que al amor se le deba odiar mucho tiempo. Si bien a veces es la sal en la herida también podría ser el agua oxigenada o el betadine de poco después :)
    Está dualidad es muy extraña pero así es la vida: encogimientos de corazón y miel en los labios a partes iguales.

    Chau!

    ResponderEliminar