viernes, 10 de junio de 2011

Tanto tengo y tanto me arrepiento.

Pero no conseguía entender porque seguía tan triste e inestable. Se supone que no debes desconfiar de aquel que te quiere, que no debes entristecer porque ves que se va (aun sabiendo que pronto estará a tu lado), se supone que no robas libertades si no que alguien accede a compartirla contigo porque en eso reside su/nuestra felicidad; pero seguía triste y desconfiada. Cuando veía sus ojos, lo quería no había duda, dejaba alientos suspendidos en esas charcas tras su mirada, pero sonreía con cautela.
Hoy me he dado cuenta de que la felicidad no está en uno o en dos, a veces no es suficiente verlo pasar. Entonces las he mirado a los ojos, he soltado aquello que el tiempo no me dejaba contar y he sido feliz. Porque ya no me entristece verlo solamente, porque se que mañana o pasado seguirá ahí y aun me queda aliento que perder tras sus andares y besos que regalarle a deshoras. Y sé, ahora sí, que si la sonrisa duele las vuelvo a tener a ellas para perderme un poco en estos 17 años que a veces pesan como 50.



Pocos días me separan del sol y perder el tiempo !
Sarabia

No hay comentarios:

Publicar un comentario