Y siento que a veces la palabra adolescente se haga carne en mi,
siento también esos estúpidos celos sin sentido,
la forma de "mediasonrisa" que tan bien conoces
y todas las veces en que te debía felicidad
y tú recibías interrogaciones indirectas.
Lamento mi poca iniciativa si me faltas
y el suelo que resbala de llanto, siento también,
que cuando dijiste tiempo
a mi se me aceleraban las manillas y me perdí
en todas las direcciones prohibidas
que se trazaron en tu piel.
Siento esa costumbre ya arraigada
de agradecerte cuando me llamas tonta
y creerme un nudo cuando no me atas a tus brazos.
Siento desearte a cada rato, empaquetado
de envoltorio color rosa y cariño,
desearte poniéndome la venda de los recuerdos
y con las ganas retando a un pulso
en el cual,
siempre pierdo.
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