miércoles, 25 de abril de 2012

Los años silenciosos son profecías esperadas

(...) La radio, el café y el silencio. Mermelada de fresa como compañía y espejo; escala cromática de sus días. 8:30 y la bicicleta cuesta abajo con el viento dirigiendo la orquesta de sus cabellos, curva a la derecha y directo a la hilera de vehículos. Con calma de artesano e impasible fachada, uno a uno, supera los obstáculos. Nadie se extraña de que su bicicleta pierda combustible sanguineo; nadie se extraña porque no hay nadie.(...)

Parte de un relato inacabado como tantos. Este hombre, todavía sin identificar, sangra por los cuatro costados (como todos hemos hecho alguna vez) no me quiere decir el porqué, sospecho que es tímido o quizás le ha puesto seguridad a sus recuerdos y ha elegido olvidar la clave de acceso.

Espero que estéis pasando bien la semana y no haya perdidas sanguineas.
P.D: estoy deseando cambiar la imagen del blog, espero que se haga realidad en vacaciones
Buonanotte.


1 comentario:

  1. Veamos pues que Tienes preparado para cuando cambies de imagen...

    Lo más bonito de sangrar es que cuando sanas y aparecen las cicatrices, recuerdas lo que has vivido, y hacia donde quieres ir.

    Saludaciones Sarabia!

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