sábado, 17 de agosto de 2013

Una chispita apenas,

una iluminación casual, que tiene mucho de planeada, me visita en estos días. Yo la acojo y le doy cobijo mientras aguardo, impaciente, por algún estallido repentino que haga trizas tantas telarañas y me impulse. Estoy vestida con una leve sonrisa que depende del parpadeo, frenético y esperanzador de esa chispita moribunda.

1 comentario:

  1. No pude evitar pensar en la chispa adecuada... jeje Perdon XD... y sin embargo, se mueve. Que bonito es recuperar la Fe en uno...

    Abrazos para ti Sara.

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