domingo, 17 de abril de 2011

Deja que suene el silencio.

Me olvido del yo para encontrar el conmigo
te hablo sola, con palabras encogidas de tanta inseguridad
te hablo y solo a veces siento que hay más que este silencio.
Me soplas respuestas arrastradas por la desgana
y me pierdo vida, me pierdo.
Me socorren las ganas y el sol
me desentierran del pasado borroso ya de tantos ríos
mirados con ojos tristes de niña todavía,
los mismos que caminaban descalzos.
Parece que hace tanto ya.. he olvidado en que kilómetro
paramos las ganas o en cual alzaste la sombra al ayer.
No estoy triste, no debería estarlo,
tu perfume se lo llevó la lavadora y poco queda de lo material,
pero me desmaya la mención de la soledad.
Y los días y días que pasaron son tan sólo polvo primaveral,
pero sigo sin poder respirar.


mi cabeza sólo sabe escupir palabras, no recuerda como hablar, y como resultado de permitirle que vierta todo su contenido salen esta especie de acertijos inconexos.


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